Llevo bastante tiempo tomando leche vegetal. Antes la compraba muy cara porque pensaba que las leches enriquecidas eran mejores, sobre todo para los que somos vegetarianos. Después volví a comprar marcas más baratas pensando que no era necesario pagar tanto por productos enriquecidos si llevamos una dieta equilibrada.
Finalmente me decidí a probar a hacerla en casa porque es tan fácil, sale más barata, nos ahorramos unos cuantos envases y está muy rica.
Esta es una de las recetas que hago con más frecuencia.
Ingredientes:
- 1 taza o 100 g de copos de avena
- 4 tazas de agua
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- Una pizca de sal (opcional)
- Y para que sepa un poquito más dulce yo añado un dátil (también opcional o podríamos sustituir por un poquito de sirope de agave)
Preparación:
- Ponemos la avena en un recipiente, la cubrimos con agua y la dejamos en remojo media hora. Podemos dejarla más tiempo o incluso toda la noche.
- Escurrimos y lavamos la avena.
- Ponemos la avena en el vaso de la batidora o licuadora, añadimos el resto de los ingredientes y batimos unos minutos (3-4 minutos según el tipo de batidora).
- La colamos con un paño (yo utilizo un colador muy fino). Se puede consumir al momento, pero lo ideal es dejarla reposar al menos una hora.
En la nevera aguanta entre 3 y 5 días, y si se acaba, ya veis que no lleva nada preparar más 😉 es una receta muy sencilla.